lunes, 30 de septiembre de 2013

Mixtura de sentimientos en Mistura




Hace unos días se termino lo que para mí fue una de las mejores experiencias que un estudiante gastronómico puede tener en cuanto a ferias.  Mistura es considerada la feria gastronómica  más importante de América Latina en la cual los peruanos celebran su tradición culinaria, asombrosa biodiversidad y al igual reafirman su identidad como cultura variada.  Esta feria tuvo cupo desde el 6 hasta el 16 de septiembre, 10 maravillosos días que unieron a pequeños agricultores, panaderos, dulceras, mozos, restaurantes, institutos culinarios, cocineros destacados y por sobre todo a comensales totalmente hambrientos de saber.

Bajo su lema “Celebrar, Compartir, Cuidar “se cobija una de las ferias más representativas de su país en la cual se muestra generosamente todos los atractivos  tanto culinarios como culturales de Perú.

Personalmente, me toco la oportunidad de asistir 3 días los cuales aproveche al  máximo. Asistí con el pensamiento y la mentalidad  de que tanto mi paladar como mi peso saldrían afectados ya sea de una manera positiva o negativamente de esta feria, asumiendo eso me puse en marcha para hacer de esta, una experiencia inolvidable. Años atrás en mi mente había existido las ganas de  presenciar esta feria en carne y hueso pero no se habían dado las condiciones para ir,  lo cual este año todo se junto para poder ir y así crecer un poco mas profesionalmente.

El primer día me di cuenta de la magnitud que Mistura tenía en Perú e Internacionalmente, una fila tremenda se veía delante de mí con gente tanto o más ansiosa que yo por entrar y disfrutar de los pataches culinarios que nos podían proporcionar.  Esta feria este año se dividió por mundos ( Amazonico, Anticuchos, Andino,Cevicheria, Limeño, Chifa y Nikkei, Brasas, Tabernas y Bares, Sanguches, Sureño, Norteño) de acuerdo a la gastronomía que se quería mostrar. 

Como bienvenida y desayuno probé un Sandwich de Chicharrón , desayuno típico de los peruanos el cual consistía en un pan batido con chicharrón de  cerdo sobre este cebolla morada en pluma aliñada perfectamente con lima, convertidos en salsa criolla ( cilantro, aji amarillo, perejil) y unos camotes fritos que coronaban este pan a la perfección, primer mordisco miles de sensaciones en mi boca, el hambre se opacaba poco a poco y me cuestionaba a que genio se le ocurrió la idea de unir todo esto y crear algo realmente delicioso, algo que en chile quizás era impensable por la cantidad de calorías que en cada bocado mi cuerpo estaba adquiriendo.
 

Luego pasamos por los ceviches tradicionales reconocidos compuestos por pescado, leche de tigre, ají amarillo, cancha, maíz, camote y cebolla morada. Nada que decir exquisitamente perfecto, aunque el picor era inigualable grandes sensaciones para mi paladar.

Después seguimos por el mundo Limeño donde la causa no podía faltar. Papas amarillas con ají amarillo y lima todo hecho puré, sobre esta capa pollo con mayonesa y unas rebanadas de palta y luego otra capa de lo primero. La mejor manera de apaciguar el picor del ceviche anteriormente devorado.
 

Prosiguiendo a través de la feria llegamos al mundo Andino donde la mayor atracción era el Cuy Frito plato que me mantenía totalmente dudosa, aunque la curiosidad pudo más y pedimos el plato para compartirlo. Creo que pedí muchos deseos antes de probarlo uno de ellos fue el no enfermarme y lentamente fui masticando el crocante cuy el cual me sorprendió gratamente si no hubiera sabido que era cuy todo pasaría desapercibido incluso me hizo pensar en los pollos de KFC claro que con mucho mas sabores . Fue una buena elección aunque estuve todo el día pensando que me había comido a un animalito que en mi país usan de mascota.

Lejos una buena manera de finalizar el día y dejar a mi estomago completamente feliz era pasar por la zona de los Dulces, mi boca necesitaba un respiro entre tanto picante y frituras, quería algo distinto. Dentro de la extensa lista de postres que ofrecían encontré uno que me llamo la atención “ 5 Leches al estilo de Sandra” y aunque no era muy aficionada al tradicional postre de 3 leches opte por probarlo para descubrir cuáles eran las restantes 2, reconozco que por lejos me lleve una gran sorpresa, era el postre perfecto para finalizar el día tanto que no se podía compartir  creo que mi mirada de odio al verse acercar un tenedor cerca de tan exquisito plato era obvia. Bizcocho remojado con la mezcla de las leches con crema sobre este, salsa de manjar y unas frutillas para decorar, por mi paladar pasaban sabores  y sensaciones de probar un postre de casa, me dio por extrañar un poco, lo mejor era tratar de descubrir cuáles eran las cinco leches (a lo cual luego de probar  y pedir el postre 3 veces las pudimos reconocer). Me fui feliz, llena en muchos sentidos.

Al segundo día de feria para nosotros la cola no era tan extensa pero las ganas de entrar eran iguales que el primer día. La idea era terminar de ver los mundos que nos quedaban. Partimos rápidamente visitando el mundo de la quinua donde rescataban la variedad de este grano que se encuentra en Perú, nada para probar mucho por conocer.  Luego caminamos hasta el mundo de las brasas donde las colas para probar  las diferentes formas de hacer un cerdo  eran increíbles, optamos por un mix de estas.

Chancho al palo , tradicional como hacen el cordero en Chile, todo esto sobre las brasas cocinado lentamente por muchas horas para crear ese sabor a parrilla.

Chancho en la Caja china, forma peculiar de cocinar un cerdo, dentro de una caja y sobre este las brasas para lograr la cocción en, no me gusto y no entendía que buscaban los cientos de personas que hacían colas eternas por probar 5 bocados o mas de esta carne, en gustos claramente no hay nada escrito.
 

Chancho al Cilindro, pedacitos de chancho colgando en un cilindro negro todo cocido a vapor, no tenía mucho sabor pero era novedoso. Claramente me quedo con el Chancho al palo.
 

Luego de esta extensa espera, nos quisimos relajar y nos encaminamos a la zona de Bares y Tabernas donde degustamos los típicos pisco sours pero en sus diferentes versiones, tradicional, maracuyá sour y coca sour. Ricos, claramente se nota como se te sube a la cabeza. Decidimos ir por más comida.

Llegamos así al mundo de los anticuchos, debo reconocer que no me atreví a  comer, Anticuchos de corazón no eran lo mío. Pero me fui contenta con la forma en que el señor de los anticuchos de alpaca trataba de promocionar su producto. “ Alpaaaaaaacaaaa son buenos para el corazón, no tienen colesterol” grito que se escuchaba por toda la feria.

Luego fuimos al mundo amazónico donde escogimos una trilogía amazónica con cerdo, tacachos (bolitas de plátano frito con chicharrón), juane (bolitas de arroz apelmazado con pollo en el centro).

Seguimos nuestro recorrido para finalizar el día hasta el mundo Chifa Nikkei y decidimos pedir unos wantan de cerdito asado con verduras con salsa de tamarindo, exquisito valió la pena, algo distinto dentro de tantos sabores.

Nuestro tercer día fue de despedidas, entramos al Gran Mercado donde era cosa de pararte al centro de este y perderte. Lejos era la mejor manera de demostrar los productos que tiene Perú y sus esforzados agricultores que con orgullo mostraban su cosecha que tanto trabajo diario les había costado, estos mismos amablemente te respondían gustosamente todas las interrogantes que como extranjero uno tiene.  Nunca había sentido tan fuerte ese apego a tus tradiciones, a las cultura a lo que uno y su país pertenece, me dejo gratamente sorprendida.

Y como la guinda de la torta terminamos en el Expo Chocolate donde para los fanáticos del chocolate como yo estábamos en su salsa. De las expo que he ido simplemente esta fue la que mas cumplió mis expectativas, quede completamente feliz y aunque no comí mucho (los kilos extras  ya se notaban) la sola sensación y los aromas que emanaban esa carpa creo que fue y ha sido una linda y grata experiencia.

 

Nunca antes en mi vida creí que volvería tan plácida con la experiencia y la agradezco día a día que haya pasado. Es por eso que si Usted que me está leyendo y no ha ido, le recomiendo ir, no es necesario que sepa o que este muy involucrado en el mundo gastronómico solo faltan las ganas de querer aprender y el estomago para poder comer tantas cosas sabrosas que sin lugar a dudas te dejaran más que un bonito recuerdo, una experiencia sin igual.

 
 

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